Anoche el eterno equipo con más penas que gloria, se jugaba la clasificación al enfrentar al favorito del grupo, Sagrada Familia.
El empate o la victoria lo clasificaba, pero una derrota iba a dejar otro raspón en el equipo.
Cuando las tablas entran en el terreno de la conveniencia para un equipo, muchos niegan esa realidad afirmando “Hay que ganar igual”. Ésta no fue la excepción.
El equipo entró pisando firme y en 10 minutos con goles de
Seba, uno de ellos tras una metáfora de tiro libre poéticamente ejecutado.
Sin embargo, las líneas inconscientemente se fueron replegando ante la arremetida feroz de Sagrada Familia que en breve encontró una serie de situaciones, de las cuales una fue directo a la red.
Danilo y el travesaño habían rescatado el cero, pero en ésta la pelota ignoró refutaciones y entro porfiada contra la red.
En breve, tras una jugada demasiado desafortunada para el arquero “calle de tierra”
Molina que no pudo retener un centro frontal, el 2 a 2 quedó estampado en el polvillo de las secas canchas.
Ya con el desánimo que produce tal situación, ganar 2 a 0 y ser empatados, y el avasallamiento que producía el rival sobre la cruzada, llego el 3 a 2 que desató una situación inimaginable tras ver los primeros minutos del equipo.
Así terminó el primer tiempo.
El segundo tiempo se inicio con un par de modificaciones, pero poco cambio. Sagrada Familia atacaba con mayor claridad, mientras que los cruzados con más garra que
fútbol crearon lo que pudo ser el empate si el árbitro, tras fallida decisión, convalidaba. Claramente la pelota había ingresado en la portería. A pesar de ello, el partido seguía con la misma tónica y fue allí donde llego el 4 gol del rival. Pocos minutos después se sucedieron una serie de circunstancias que cambiaron el partido, las cuales harían caer a cualquier gigante. Primero llego la expulsión de su delantero,
Gonzalo “hueso”
Griotto. Luego la lesión del defensor
Iván “
boquita” J
eanton (torcedura de tobillo, aun no se sabe las consecuencias), lo cual produjo el ingreso de la figura del partido,
Danilo Pellegrino.
Este equipo humilde, con sacrificio, amor propio, y la habilidad individual de unos de sus jugadores (
Danilo) logro levantarse, y llevar a cabo lo que se puede considerar una hazaña. La remontada comienza cuando ante una barrida esplendida del “mariscal”
Daniele con mucha presencia y actitud quita el
balón y lo sede a
Danilo que, tras una sensacional jugada, apilando jugadores, estampa con un potente remate el 3 a 4 en el marcador. Desde allí y con un corazón enorme, y dejando el alma en el seco,
sequísimo terreno, llego el tan ansiado empate. Tras otra
maradoniana jugada de
Danilo, la pelota quedo dormida en el área consecuencia de un rebote, y ahí estaba el, emulando al duende sobre su brazo, apareció el nuevo
goleador del equipo, Imita “juez para un minuto así me pongo la
vincha”
Sánchez empujando el balón para el delirio y asombro de propios y ajenos. Y así fue como tras 5 minutos de correr, aguantar, luchar, se consiguió el empate que le dio la clasificación a la cruzada
fc.
Los gigantes no existen, pero que los hay los hay…